Carta al Viejo Pascuero

Querido Viejito Pascuero:
Le extrañará que le escriba hoy 7 de enero, pero quiero aclarar ciertas cosas que han ocurrido desde el último mes del año pasado. Usted tampoco olvidará la carta que le mande con fecha 10 de diciembre del año pasado, en la cual le pedía una bicicleta, un tren eléctrico, un par de patines y un juego Nintendo. El año recién pasado me destrocé el cerebro estudiando y no solo fui el primero del curso, sino que obtuve el mejor promedio de la escuela en la que estudio. No lo voy a engañar, no hubo nadie en el barrio que se portara mejor que yo, con mis padres, con mis hermanos, con mis amigos y con los vecinos, hacia mandados, ayudaba a los ancianos a cruzar la calle y hacia todo lo que estuviera a mi alcance para ayudar a la humanidad. ¡¿Qué chucha tenis en el corazón viejo pascuero reculiao dejando debajo de mi cama un trompo, una corneta, y una pelota de plástico?! ¡¿Qué puta te hai imaginao viejo maricón?!, ¿O sea que durante todo el año me agarraste para el soberano hueveo, para salirme con esta cagaa de regalo? Y no conforme con este manso condoro, al maricón del hijo del jefe de mi papá, que es un flojo reculiao, holgazán y desobediente, le tapaste la casa de regalos y juguetes. ¡A ese hueon si que le trajiste todo lo que pidió! Espero viejo maricón no verte nunca más ya que si te vuelvo a ver, te voy a agarrar a piedrazos a ti, al carro y a esos renos cabrones que te tiran a ti y a tu trasero gordo con verrugas para que se espanten y tengas que andar a pata como yo, ya que la bicicleta que te pedí era para ir al colegio que me queda a la concha su madre de mi casa. No quisiera despedirme sin volver a sacarte la madre, ojalá que te fusilen, que se te pegue el SIDA, viejo mil veces maricón y concha tu madre.
Se despide atentamente de ti... Jaimito

p.d. El trompo, la corneta y la pelota de plástico la puedes pasar a recoger para que te la metas en la raja ¡Viejo cagao!